Inquietudes propias y ajenas maneras de vivir y formas de entendimiento...
martes, 31 de diciembre de 2019
Normas pisoteadas.
viernes, 23 de agosto de 2019
AHORA tuya
Hola mi amor,
Espero que sepas perdonarme por no dejarte dormir cuanto quisieras cuando estás conmigo; por hacerte caminar sin sentido, sólo por el mero hecho de pasear; por mis manías, vaivenes de humor e insufrible altivez; por hacerte perder fines de semana completos para acompañarme en mis caprichos.
Quiero agradecerte cada instante que has encontrado para pensar en mí, cada momento que has querido compartir conmigo, cada ahora que me has regalado, todos y cada uno de los segundos que le has robado a tu vida para llenar la mía de alegría, cariño, sosiego, energía y esperanza.
Si alguna dimensión ha sido y es protagonista en esta historia, siempre ha sido el tiempo. (Perdona si soy reiterativa, pero sigo pensando que es el bien más valioso que posee cada ser.) Es un bien finito, una vez fugado no podemos volver a recuperarlo. Sólo uno mismo tiene el poder y la capacidad de decidir cómo y con quién pasar cada cuando.
Yo, en un duro acto egoísta, reclamé con dureza la parte que creía que me correspondía. Tú, en un claro acto altruista has ido pagando una deuda, a todas luces injusta, con diligencia y aparente entusiasmo.
Alguna vez te he oído decir que te complemento. Sin embargo, yo creeo que me equilibras. De repente, le he perdido el miedo al fracaso, me siento más segura y capaz de conseguir cualquier locura que me proponga emprender. La angustia, la desazón y el temor a lo desconocido han desaparecido prácticamente por completo de mi vida y tú eres responsable de ello en gran medida.
Por eso y una infinidad de cosas más que no sé decir con palabras te entrego esta bagatela. Símbolo de los últimos 12 meses en particular, y de los que faltan por llegar. Porque mi tiempo es tuyo, como tuya es mi dicha y todo cuanto soy.
Te amo. Te quiero como no recuerdo haber querido a nadie. Te quiero contento, te quiero tranquilo, te quiero feliz, te quiero seguro, te quiero fuerte. Y te quiero a mi lado.
AHORA tuya.
jueves, 14 de febrero de 2019
2019 02 14
《No es porque sea 14 de febrero, o tal vez sí. No es porque esté enamorada, o tal vez sí. No es porque te deba nada, o tal vez sí. La cuestión es que no me canso de decirte una y otra vez, que te agradezco que me hayas salvado innumerables veces del abismo de mis pasiones. Hay quienes insisten en que estoy perdiendo tiempo y oportunidades concentrando todos mis esfuerzos en esto, lo que no saben es que <esto> es lo único que ha sido verdadero y sincero en toda mi vida. En <esto> no hay máscaras, no hay apariencias, solo tú y yo para nosotros. Siempre hemos sabido que no era nada, y sin embargo lo era TODO. Nunca nos prometimos nada y sin embargo aquí estamos.
No, no será este el típico texto de amor eterno, prefiero que sea nuestro <esto de momento>.
Porque ya estoy grande para enormes palabras vacías de intención y me encantan las pequeñas intenciones carentes de palabras. Porque no necesito explicaciones y nunca las reclamé; y me basta con descubrirme en tus ojos, en tus manos y tus labios cada vez que el caprichoso destino nos une. Porque no lloraré cuando te vayas pero te extrañaré cuando te deje. Porque el tiempo es el mejor regalo que nadie puede hacer y el tuyo casi siempre es para mí.
Gracias por quedarte, gracias por estar, gracias por ser. 》
Hoy hace 2 años que proponía ese 《esto de momento》y no me arrepiento. Suscribo cada una de las palabras de aquel día aunque, ahora ya, sí haya hecho reclamaciones.
He perdido la noción del tiempo, ya no sé cuándo dije: <ese hombre es para mi>, pero sí puedo asegurar que no ha habido más varón en mi vida desde ese momento.
No te engaño, entre idas y venidas hubo una persona que hizo temblar los cimientos de toda la ética y moral sobre la que me había construido. La amé, sólo Dios sabe cuanto. Tanto que dudé de mi, de ti y de todo lo que había querido erigir. Por un momento olvidé que seguías por ahí, la quise tanto que todo daba igual, amor loco, irracional, pasional y como todo lo que se cimenta en una aventura... efímero y fugaz.
Antes de que me diera cuenta se había ido. La escusa da igual. Me dejó con tantas dudas y tan desconcertada que también necesité tiempo para volver a ordenar los bloques. Demasiado tiempo, ese sí fue tiempo perdido recreándome en la perdida y el dolor del vacío que había creado.
Y sin esperarlo, ahí estabas tú, como siempre, ni demasiado lejos como para no encontrarte, ni suficientemente cerca como para tenerte. A ratos robados a esos horarios imposibles, una vez más, reconstruiste lo que otros habían derribado, con paciencia, y más cariño y respeto del que nadie está dispuesto a ofrecer.
No puedo prometer que nunca habrá nadie más que nuble mi entendimiento y me distraiga del camino. No sé qué tiene reservado para mi este viaje. Pero como me harté de decirle a ella, te lo digo a ti con mucha más razón, conciencia y esperanza. Yo sólo sé hacer esto del amor de una manera: de verdad y para siempre. Son palabras muy grandes, enormes y que también conllevan una gran responsbilidad.
A menudo te hablo del vértigo, y de veras que lo siento, pero es ese vértigo que produce esa sensación de cosquilleo en las entrañas, es un vértigo agradable, es un vértigo que quieres volver a sentir. Es ese vértigo que me daba cuando de chiquita me subían a la noria y desde lo más alto gritaba: 《¡¡¡Mamá, me da la muerte!!!》, y al bajar suplicaba poder volver a montar una penúltima vez.
Todo lo que no podemos controlar da un poco de vértigo, pero no por ello debemos dejarlo pasar. Muchas veces, tras probar, decidiremos que no necesitamos repetir; sin embargo, de momento, contigo siempre me parece poco.
Una vez más y como siempre, no espero que tú sientas lo mismo, ni siquiera que quieras compartir una réplica. Yo sólo quiero (necesito) aprovechar que parece que me prestas atención para entregarte lo que soy, lo que siento y el camino que me trae una y otra vez hasta ti. Necesito compartirme contigo porque es como mejor me disfruto. Necesito pensar que me conoces.
Buenos días y que tengas una feliz jornada.
sábado, 9 de febrero de 2019
Redescubriéndome...
Hoy me he encontrado conmigo en el espejo mientras me desnudaba para irme a dormir. Hoy me he observado por primera vez en mucho tiempo y de repente me he descubierto deseándome...
No es un secreto que me excite un cuerpo naturalmente tonificado, no lo es tampoco que adore la anatomía femenina.
Entonces me he quedado observando ese cuerpo desnudo, ligeramente marcado, con sus "psicotrices", sus pellejos, sus flacideces, además de sus músculos esculpidos y sus redondeces. Lo he mirado durante algunos minutos escudriñando las formas y grietas. Y sin saber por qué se ha dibujado en mi mente tu imagen, semiincorporado en la cama observándome, como yo lo hacía a la imagen del espejo. Estudiando cada curva, cada borde, cada giro... Mirándome fijamente y sin decir nada, sólo disfrutando de las vistas.
La verdad, no tengo ni idea de si alguna vez me has mirado de veras, si has querido guardar alguna imagen ahí, en el fondo del cajón de las cosas importantes. Me da igual. Yo sí. Yo te veo, te miro y te observo cada día que se alinean los planetas y coincidimos. Te estudio con los ojos y con las manos. Te aprendo con los labios y con la lengua. Cuanto más me miraba, más clara era tu imagen en mi mente. Y me he dado cuenta de cuánto me deseo a través de ti. Porque he entendido que soy lo que quero ser, que tengo cuanto quiero tener y aunque parezca raro, todo eso me lo has devuelto tú.
Eres mi ancla y mi timón, mi sol y mi luna, mi pena y mi alegría. No conozco mejor manera de disfrutarme que contigo porque cuando no has estado, y lo he intentado, sólo he sentido frío, con otros sólo había vacío.
Ya sé que lo sabes, pero por si se te olvida te lo repito, TE AMO. Pero no te equivoques, no amo lo que eres, ni lo que tienes, ni lo que puedas o no hacer, amo lo que soy cuando estoy contigo. Amo la paz que me recorre el cuerpo, amo la confianza, la fuerza y la pasión con que me enfrento a los retos si tú me ofreces tu aliento. Sin saber explicarlo, sin saber comprenderlo, lo único que entiendo es que TE QUIERO. Te quiero cerca y lejos, te quiero ahora y luego, te quiero fuera y dentro. Y GRACIAS es la única palabra que en todo esto tiene sentido.