Cuando era más joven y veía las competiciones deportivas internacionales de las moralidades que me gustaban, siempre pensaba: "Me encantaría conocer a alguna vez a alguno de esos"... Balonmano, natación, fútbol, waterpolo, halterofilia...
De repente el destino me llevó a la práctica de otro deporte minoritario en España (si no es fútbol, no existe).
El Rugby me devolvió mucho más que la forma física, en un momento en el que mi vida era un fracaso. En esos tiempos pensaba que todas las decisiones que había tomado durante aquellos últimos 5 años habían sido un error. Abandonar una floreciente consultora estructural, volver a "estudiar", recaer una y otra vez en la misma trampa pasional, perder a mis amigos, dejar la música... Todo parecía una broma del destino hasta que una entusiasmada jovencita rubia me asaltó por los pasillos de la Escuela: "Hey, tú, estamos formando un equipo de Rugby, deberías probarlo", "Seguro que se te da genial, además necesitamos gente grande".
Ya había sopesado la idea de probarlo en "Geo", pero vaya, si Aparejadores está formando su propio equipo, hay que aprovechar la oportunudad... "Apunta mi número y mi dirección, ¡¡por probar no pierdo nada!!! Y así empezó todo.
Tras una nefasta temporada en lo deportivo, pero maravillosa en cuanto al grupo, no pude menos que ahondar en el tema y dejarme abducir por un equipo "pro". Majadahonda, Olímpico de Pozuelo y sobretodo Hortaleza me tentaban una y otra vez, pero la economía del tiempo y la insistencia del que había sido mi entrenador en esa nueva aventura me llevó al seno del "Colegio". El Cisneros conserva esa actitud familiar y de conservación de la tradición colegial que me enamoró desde el primer segundo que me colé en un entrenamiento con esas fabulosas chicas de DH que estaban preparando los "seven"... Aún me emociono recordando aquellos días, jamás sufrí tanto y con tanto gusto. Venían de jugar en la máxima categoría mientras que yo hacía casi una década que no cultivaba mi cuerpo como es debido. Poco a poco fui alcanzando potencia y resistencia suficientes para desempeñar mi trabajo con cierta solvencia aunque me quedaban muchos deberes por hacer además en cuanto a técnica y leyes. Casi sin darme cuenta se esfumó el verano entre salidas, despedidas y buen rollo en grupo. Y se vino la nueva temporada. ¡¡Guau!! Tal vez juegue en DH, eso es mucho más de lo que podría haber soñado cuando era esa mocosa fanática de un puñado de deportistas. No sólo voy a conocer a "las mejores" si no que voy a compartir cancha, vestuario, comida y transporte con algunas de ellas. Un infantil sueño elevado a la enésima potencia hecho realidad. Hoy puedo decir que viví los mismos comienzos que algunas Seleccionadas revelación como Iera Etxebarría o Isabel Macías que fuimos Polillas Novatas la misma temporada en el CTO. NACIONAL UNIVERSITARIO.
Han caído ya 4 temporadas, estamos a mitad de la quinta y comparto equipo con 5 olímpicas de las cuales 2 consiguieron diploma, y más de media docena de seleccionadas para representar a España en alguna ocasión.
Estudio con una campeona mundial de Kempo, meriendo a menudo con la Élite del Rugby femenino español, alterno con Diplomadas Olímpicas y sufro junto a un maravilloso grupo de "niñas" de todas las edades que se dejan la sangre y la piel en cada partido, sea cual sea el rival, para hacer que este deporte crezca exponencialmente como lo ha estado haciendo al menos los últimos 5 años que yo disfruto desde dentro.
No se puede pedir más de un sueño cumplido.
"No sueñes tu vida, Vive tus sueños".
No hay comentarios:
Publicar un comentario