Oda a Una Droga

Mientras escribes odas a una droga,
sueño con estrecharte entre mis brazos,
y al oído susurrarte cuanto deseo besar tu boca.

Mientras piensas en irte y no volver,
imagino como sería estar a tu lado
y notar el cálido tacto de tu piel.

Mientras juegas con unos y otros a juegos agresivos,
pienso que ocurriría si me dejaras
enseñarte a jugar a mi lado con cariño...

Mientras te observo sin que adviertas mi presencia,
quiero salir de mi escondite,
mas el pánico me invade al pensar las consecuencias.

Dime cómo, lo que siento, explicarte
sin notarte agredido por mirarte.

Dime cómo contarte mis deseos
sin que pienses que te quiero.

Dime cómo decirte lo que quiero
sin que a equivocarte dé tiempo.

Dime cómo soñar a tu lado
sin que tu cuerpo se quede helado.

Aportaciones externas

No sé qué es, tal vez yo también necesite un loquero; pero el mundo se detiene si descubro tus ojos buscando los míos.Si en esos abrazos que me funden contigo, acaricio tu cuerpo y lo ciño conmigo, yo muero y cuan ave fénix me regenero. Sólo deseo allanarte el camino y a veces incluso conmigo tropiezo, te deseo lo más bello aunque nunca entre yo en ello.Muero por tu sonrisa porque me devuelve a la vida. Me estremezco cuando medio a escondidas nos cogemos las manos y jugamos con los dedos.Nunca lo sabrás y aunque me oigas decirlo nunca lo creerás (me he encargado de ello), pero te pertenezco, sólo una palabra tuya y el mundo se hace insignificante, un guiño, un gesto, una sonrisa y tú te conviertes en el único universo.No me importa que nunca lo entiendas, porque sin darte cuenta, sin querer, sin ni siquiera saberlo, cada día me esclavizas. Sin entender porqué, a diario recojo el lazo que lanzas al viento, aunque a veces, algunos se me adelantan, incluso en ocasiones me retiro para que lo recojan otros que tú querrías que lo cogieran...Pero siempre viviré a tu sombra, a la sombra de una mentira piadosa que nunca desvelaré porque sencillamente te quiero y podría vivir así eternamente, poniéndotelo fácil para ser feliz...

KARONTE (el anciano)